El Vaticano ha compartido por primera vez la imagen del lugar que, desde este sábado, se convertirá en la última morada del papa Francisco. Se trata de una tumba sencilla, fiel al estilo de vida humilde que marcó su pontificado, ubicada en un sitio muy especial: la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Un lugar elegido por él mismo
A diferencia de muchos papas anteriores, Francisco no será enterrado en la cripta vaticana. En vida, eligió descansar en esta basílica mariana, que visitó con frecuencia durante más de una década como pontífice. Iba antes y después de cada viaje apostólico para encomendarse a la imagen de la Virgen ‘Salus Populi Romani’, protectora del pueblo romano, a la que tenía gran devoción.
Detalles que dicen mucho
La tumba estará en el suelo, en un lateral del altar de San Francisco —el santo de los pobres, de quien Bergoglio tomó su nombre pontificio—. La lápida tendrá una sola palabra: «FRANCISCUS», grabada en mármol de Liguria, tierra de donde venían parte de sus ancestros italianos.
Sobre la pared, una imagen de su cruz pectoral en plata, la del Buen Pastor, símbolo de cercanía y entrega, completará este rincón de memoria. El lugar está justo entre la Capilla Paulina, donde reposa la imagen de la Virgen que tanto amaba, y la tumba de la familia Sforza.
Un último adiós multitudinario
Francisco falleció este lunes a los 88 años y su cuerpo ha sido velado en la Basílica de San Pedro, donde miles de fieles han podido despedirse, incluso durante la madrugada. El funeral será este sábado en la mañana, con la presencia de más de 50 jefes de Estado y 10 reyes. Después, un cortejo fúnebre recorrerá Roma hasta llegar a Santa María la Mayor.
La tumba podrá ser visitada desde el domingo 27 de abril por quienes deseen rendir homenaje a un papa que se ganó el cariño del mundo con gestos sencillos, palabras claras y una fe profundamente humana.